Imagen de Bookmooch, un sistema de intercambio de libros, pero no de préstamos, aunque igualmente muy interesante. |
La idea es elemental: todas las personas con cierto amor por la lectura organizan mentalmente sus libros de variadas maneras, pero una de ellas es "a quién estarían dispuestos a prestárselos". Lo habitual en este terreno son tres segmentos:
1.- Libros que por nada del mundo prestaríamos o, a lo sumo, a algunas amistades muy cercanas y de confianza.
2.- Libros que incluso estaríamos dispuestos a donar.
y 3, el motivo de esta iniciativa: libros de los que NO queremos desprendernos definitivamente, pero estaríamos dispuestos a prestar con cierto margen de flexibilidad.
Cada uno de esos libros seguiría estando en la biblioteca particular de cada cual y, de ese modo, su conjunto constituiría una Biblioteca Dispersa.
A) Al tratarse de libros físicos, este tipo de iniciativas tienen posibilidades, siempre que el ámbito geográfico sea accesible: el primer grupo operativo sería el de Gran Canaria.
B) Además de los listados informatizados, y de posibles contactos a título personal entre individuos, el organismo necesitaría un punto físico de entrega y recogida de los libros. En este caso, a falta de un local adecuado, bien puede hacerse en los encuentros mensuales de nuestras iniciativas "Libros por Alimentos", o similares.
c) El sistema debe ejercer una cierta supervisión para evitar fricciones o poder atender reclamaciones con criterios integradores y estables.
Para ese conjunto de acciones hay suficiente software, incluso en red, que podemos aprovechar.
Por ahora, el listado de los libros disponibles se encuentra en
http://manticore-teatro.blogspot.com.es/p/biblioteca-dispersa.html
Precedentes
Esta idea nos fue rondando desde hace muchos años, especialmente durante los 90. Pero en aquella época casi todos los miembros de la asociación nos veíamos con la suficiente frecuencia como para pedirnos los libros de modo individual.
La primera que vez que se planteó como proyecto concreto fue uno de nuestros socios en una red social local, en 2011, aprovechando las nuevas tecnologías y sumando las formas con las que ahora nos comunicamos, incluso entre personas que aún no se conocían presencialmente, pero que quedaban una vez al mes para el préstamo en cadena de libros. De ahí a crear un banco de datos y un sistema eficiente de seguimiento de los libros, había muy poco. Sin embargo, no se llegó a formalizar debido a avatares ajenos a ese grupo en cuestión.
Desde esa época, nosotros lo hemos asumido, pero faltaba que hubiera al menos dos personas o entidades que comenzaran la andadura. Ya lo hemos conseguido.
Nota
En la medida en que los dueños de los libros en circulación mantienen la propiedad sobre ellos, es importante entender que esta iniciativa no tiene que ver con ningún "club de intercambio de libros", donde cada uno traspasaría la propiedad de los libros que entrega; ni tampoco un sistema de donación individualizada de libros; ni tampoco un sistema de "siembra" anónima de libros. Para estos capítulos disponemos de las oportunas áreas.
Los miembros de este "club" específico lo son por derecho propio del central y, por tanto, tienen la consideración de colaboradores por méritos de la AT Manticore.