Para nosotros, este acuerdo posee una trascendencia fuera de lo común. Llevamos muchos años proponiendo a las centrales sindicales de clase que se sienten con nosotros y otros colectivos artísticos para abordar desde un prisma globalizador y transversal la función del arte y la cultura dentro de las necesidades del movimiento obrero. Quizá una cierta mentalidad reduccionista sindicalista haya impedido que ese tema se abordara. Aparte de una lucha sindical muy concreta y breve hace unos 15 años, y de alguna colaboración en una tirada impresa, nos ha venido resultando imposible que los responsables sindicales paren un momento para reflexionar sobre la indivisibilidad de las distintas facetas de la vida del pueblo trabajador y sobre el papel de las organizaciones sindicales en la creación de una malla que dé respuesta entretejida al conjunto de aspiraciones del movimiento obrero.
Por ello, entendemos que este principio de acuerdo es un paso de gigante hacia un replanteamiento práctico de las relaciones entre colectivos sociales transformadores.