El esquema es el mismo que el de la Biblioteca Dispersa y, para muchos casos particulares, se ajusta más y mejor a las características y necesidades de las entidades participantes.
Oficialmente no existe, en la medida en que no se ha producido ningún acuerdo o convenio entre partes para dotarle de una normativa, cosa que esperamos alcanzar y por la que apelamos a todos los colectivos sociales de la zona.
Pero su práctica, a efectos inmediatos, ya está en marcha, en la medida en que entre Manticore, El Jilorio y la RSP hay un trasiego cada vez más fluido de recursos. Pero hasta ahora, cada material se ha negociado para situaciones concretas, sin mayor proyección implícita. En otros casos, hay que pedir las cosas por favor en cada ocasión, sin que aún se haya articulado un sistema automático de adjudicación y reservas, que es la propuesta que hacemos con este llamamiento.