Propusimos una iniciativa editorial auto-organizada dentro de la plataforma de Creadores Canarios, llamada «El mono verde», que tuvo dos números impresos de la revista, aunque generó algunas incomprensiones en cuanto a cómo había que entender eso de la auto-organización.
Publicamos algún libro y cuadernillos de autores nuestros y amigos en diversas ocasiones, con antologías literarias.
Impulsamos la creación de la plataforma de «Autores auto-publicados», junto con otros compañeros escritores.
En las veladas artísticas y otros ámbitos nos sumamos al llamamiento de Ravelo que tenía por nombre «Ponga un canario en su biblioteca», y habilitamos una zona de «mercadillo» para que, en dichas veladas, los autores pudieran vender in situ sus libros.
En los puestos de «Libros x Alimentos» de nuestra iniciativa El Jilorio hemos recibido la visita de numerosos autores que firmaron sus libros o que recitaron en vivo sus textos.
En todos esos actos hemos hablado en múltiples ocasiones con los autores acerca de las vías para favorecer las ventas de sus libros y qué podríamos hacer nosotros especialmente con los autores solidarios que ponen a fondo perdido un lote de los suyos para convertirlos en alimentos.
En ese marco, creamos los marca-páginas solidarios del Club Trocalibros. No han funcionado como esperábamos, quizá porque su distribución quedaba en manos de los propios autores.
Eso nos ha hecho pensar en dar un paso adelante y proponer a los autores solidarios y a los participantes en el resto de iniciativas comentadas más arriba la posibilidad de pactos de ventas y su promoción ultimados directamente por nosotros.