Estos son algunos apuntes sobre las reacciones y comportamientos que
hemos detectado en cuanto a nuestra iniciativa de Frentes Artísticos y
plataforma de Creadores Canarios y la relativa retracción que hemos
tenido que realizar en este terreno hasta que pasen las elecciones
municipales.
En cuanto a las reacciones individuales, grosso modo, podríamos
segmentar los siguientes "tramos":
Compañeros artistas que sólo estaban interesados en hablar de política
-y no en prestar su arte- para medrar como políticos.
Compañeros artistas que parecían estar dispuestos a prestar su arte
(cosa que no hicieron), porque en realidad lo que pretendían era
medrar como políticos.
Compañeros artistas que se acercaron para "golisnear" de qué iba el
asunto, especialmente para saber si había dinero. Es una actitud muy
común desde hace tiempo en los ambientes artísticos, a la que nosotros
llamamos "el falso profesionalismo". No suelen aparecer sino una vez.
Cuando ven que la cosa hay que sudarla, desaparecen.
Compañeros artistas que están dispuestos a prestar su arte, pero sólo
eso. Con ellos hemos emprendido algunas iniciativas, pero esa actitud
presenta un problema de agravio comparativo. El resto también somos
artistas y sacar adelante los proyectos requiere una amplia gama de
actividades no artísticas. Si aceptamos que se imponga esa división
del trabajo, ¿qué ganamos nosotros, cuando somos los que nos tenemos
que encargar de todo? Esa división del trabajo, además, alimenta el
actual modelo de reproducción social del arte. No implica un
movimiento de auto-organización y empoderamiento de los artistas, ni
de conexión orgánica de éstos con los movimientos populares, sino, al
contrario, la incapacidad de salir de la gelatina del sistema que
pretendemos romper.
Y lo que nosotros proponíamos era precisamente la creación de
plataformas de auto-organización, en consonancia con tantas
declaraciones sobre el empoderamiento y la capacidad de gestión
independiente como se han venido realizando públicamente por los
portavoces de las organizaciones alternativas.
Esto engarza con las actitudes de los movimientos y organizaciones:
Contrastadas con la práctica diaria, parece que aún existen muchos
velos conceptuales que no han caído. Desde hace décadas, venimos
llamando la atención sobre este fenómeno: los portavoces de los
movimientos "alternativos" hacen declaraciones donde reservan párrafos
para una posible sociedad auto-construida desde abajo por las capas
populares (o los ciudadanos, como se estila ahora), pero, a la hora de
la verdad, cuando se les presenta casos concretos de cómo podría
hacerse en nuestro ámbito, no entienden nuestras propuestas, porque,
en el fondo, siguen atenazados por una concepción de un estado
intervencionista que impide e impida la independencia real de las
clases populares frente a la maquinaria de gestión de las clases
dominantes.
Estando así las cosas, comprendemos por qué, detrás de tanta
declaración de buenas intenciones, se nos presente principalmente un
panorama de personas que prefieren o intuyen que sean preferibles y
más productivas y realistas las actitudes del trepa (para optar
directamente a los cargos) o las del cortesano (para beneficiarse de
las dádivas que les puedan caer si apoyan a los trepas que lo logren).
De ese modo, nada cambiaría en realidad y se hace especialmente
acusado el peligro de que todo quede en un "quítate tú pa' ponerme
yo".
El modelo del clientelismo político debe erradicarse definitivamente
de la práctica cultural institucional, el del amiguismo, el de los
"estómagos agradecidos", incluyendo también el de las subvenciones tal
y como se ha venido practicando en este país durante décadas.
En estos últimos 20 años hemos recibido en más de una ocasión
solicitudes para que apoyáramos de modo expreso a algunas plataformas
electorales de corte socialmente alternativo, en algunos casos con
amplia libertad para incluir elementos en el programa cultural. Pero
nosotros contestamos siempre: ese no es el problema. No pretendemos
ser los receptores de las nuevas subvenciones, ayudas, contratos y
circuitos que nos puedan venir por ser los "amigos" de los nuevos
políticos, convertidos a su vez de "alternativos" en los nuevos
sátrapas de la cultura, en los nuevos señores feudales que beneficien
a su corte particular como una gracia venida desde arriba. Lo que
nosotros impugnamos es ese sistema en su conjunto y desde su raíz,
aunque su desmontaje tenga que hacerse paso a paso, con ponderación y
precaución y atendiendo adecuadamente cada área de creación artística
y sus especificidades. Nosotros siempre contestamos: ¿cuál va a ser
el método de inserción de la participación popular en las decisiones
de gobierno local (o insular, o autonómico), si ustedes lo alcanzaran?
A eso, siempre recibimos una respuesta que, en resumen, venía a decir:
"ustedes, ahora, apóyennos artística y políticamente, vótennos, que ya
discutiremos de eso más adelante". Por supuesto, nuestra respuesta
también tuvo que ser siempre la misma: "No, hasta que ustedes no
esbocen un plan aceptable de creación de una democracia real
participativa".
En la actualidad, la situación política y económica ha alcanzado tal
grado de extorsión y saqueo premeditados por parte de las clases
dominantes, que nuestra actitud ha variado un poco, para ponerse en
consonancia con parte del ideario de los movimientos del 15M y las
mareas sociales. Haciéndonos eco de su consigna del 2011, nos sumamos
al "No les votes (a los partidos de la casta), vota a otros". En ese
sentido, aceptamos participar en la campaña de las Europeas de 2014 en
favor de las candidaturas alternativas que lo desearan y, a partir del
importante avance obtenido, presentamos nuestra propuesta de
plataformas artísticas. Pero aunque actualmente las candidaturas
alternativas hablan mucho más de empoderamiento y democracia
participativa, siguen sin objetivar esas ideas en medidas concretas,
carencia inexcusable, pues ahora hablamos de las instituciones locales
y regionales de gestión cotidiana, aquellas que están precísamente muy
cerca de la ciudadanía. Es por ello que Manticore no está
participando artísticamente en la campaña de las municipales. Es esta
la razón, aunque también lamentemos que las candidaturas alternativas
hayan sido incapaces de encontrar vías adecuadas para la tan
proclamada por todos "unidad popular".
Aún así, esperamos que el 24 de Mayo de 2015 signifique otro punto más
de inflexión hacia el cambio democrático y prepararemos nuestros
motores para Noviembre, con algunos ajustes que anunciaremos en breve.